jueves, 28 de febrero de 2008

Educación en la fe


Ayer vi a un padre que solía ver por misa con su hijo el año que éste estuvo preparándose para la primera comunión. Le pregunté que tal estaba y por qué había dejado de venir a misa. La respuesta clara y contundente: "porque el domingo por la mañana mi hijo lo dedica al deporte, y ante la elección entre deporte y misa, el chaval elige el deporte"... Ni una palabra de preocupación por parte del padre, ni de excusa... sólo la constatación de un hecho. Por supuesto no creo que el asunto esté en que el padre es superrespetuoso con las elecciones de su hijo, simplemente es que la misa no es algo que entre en su consideración. Me pregunto: ¿cómo es posible que después de asistir un año entero a la misa dominical con su hijo, mientras estaba preparándose para la primera comunión, no haya comprendido o apreciado mínimamente que la eucaristía es necesaria para la vida cristiana o simplemente para vivir?. ¿Tan mal presido yolas misas?, ¿para qué tanto esfuerzo por preparar una homilía que puedan comprender los niños, acompañada de medios audiovisuales, participación a través de cantos y oraciones adaptados a ellos....? ¿Es que esta gente no necesita escuchar cada semana que no todo en la vida es tener cosas, aparentar, medrar a costa de los demás... escuchar que es posible otra manera de vivir basada en el perdón y la misericordia?
¿Es que estos niños no son capaces de descubrir el gran tesoro que significa tener a Jesús como amigo y celebrarlo cada semana juntos en la misa? Tantas y tantas cosas que no comprendo...
Antes de ser cura, trabajé en una empresa en la que teníamos que conseguir clientes a toda costa.... si me juzgasen por los que hago como sacerdote, quizás me hubieran echado de la profesión hace tiempo ;-). Pero no quiero ser duro conmigo mismo, por que sé en quien he puesto mi confianza, y porque sé tambien que lo mío es sembrar y otros u Otro recogerán a su tiempo, a su hora... Pero sí es verdad que a veces pienso que mi vida de cura en el pueblo y en general de todos nosotros que trabajamos en los pueblos, es más de tipo testimonial, contracultural, a contracorriente... cada día somos "más raros" para la gente, más incomprendidos, más "inútiles"... pero pienso por otra parte ¡qué sería de este pueblo si una semana no se proclamase la Palabra de Dios! aunque no la escuche nadie... sé Señor, que esa Palabra no vuelve a Ti de vacío.

viernes, 15 de febrero de 2008

Ancianos


Hace dos dias vi en la TV un pequeño reportaje en el que salían algunos ancianos en Madrid, a las puertas de los supermercados y de los restaurantes, esperando la basura para recoger restos comibles... Me pareció una de las escenas más tristes que he visto en los últimos meses. Inevitablemente me hizo recordar esos basureros de las afueras de las ciudades del tercer mundo, llenos de chiquillos buscando alimentos, plástico, latas... pero los ancianos de aquí es peor, con el agravante de su edad y de estar conviviendo en este mundo opulento...

Ahora que estamos en campaña electoral, cuando se oyen tantas proposiciones, con un tufillo de irrealidad, cuando se alaba la economía con los índices de PIB, IPC... debería marcarse un índice de bienestar social que se basase en la vida digna de nuestros jubilados y viudas. Sé por familiares y conocidos las dificultades que tienen para llegar a final de mes. Con pensiones que apenas rondan los 600€, con los cuales hay que hacer frente no sólo a la supervivencia de cada dia sino a tantos gastos imprevistos como surgen en la casa, en la salud... Sí, un índice de bienestar para los jubilados que juzgaría con mucha mayor exactitud el bienestar de un país. De qué sirve saber que la media de la pensión está en 750 € si hay 1000 que cobran 3000@ y 100.000 que sólo cobran 500@, o que las pensiones han subido un 0,5% por encima del IPC, si la pensión seguía siendo insuficiente. O de qué sirve saber que el PIB nos coloca en el 6º 7º u 8º puesto de los paises más ricos, si nuestra población más necesitada de ayuda, vive con tanta estrechez.

Son necesarias políticas eficaces que hagan una verdadera distribución de la riqueza atendiendo a los sectores de la población más necesitados... eso sí que sería un buen motivo para votar a un partido.

lunes, 11 de febrero de 2008

Diáconos-Diaconisas


Hoy hemos tenido consejo del presbiterio. Tema principal a tratar: La Confirmación. Uf, que yo recuerde, en mis 15 años de cura, lo habremos tratado como unas tropecientas veces... y ahí estamos, dándole vueltas y vueltas, como una mayonesa que siempre se nos corta. Porque quizás no nos damos cuenta ni asumimos cuánto han cambiado las cosas desde que las iglesias se nos llenaban y teníamos a los adolescentes cogidos del pescuezo (es un decir, claro)... Pero bueno, tambien vamos viendo algo de luz... y creo que todos tomamos conciencia de que el problema es más amplio y corresponde a la cuestión de cómo se transmite hoy la fe.
Pero dejando a parte este tema, tambien hemos hablado sobre el diaconado permanente y la necesidad de incluir esta figura en nuestras proposiciones vocacionales... Yo, con toda mi inocencia (glup!) he intervenido diciendo que podíamos hacer diáconos a alguna de esas mujeres que están llevando los servicios de diaconía en nuestras parroquias: cáritas, visita de enfermos, catequesis, limpieza.... ¡qué sería de nosotros sin ese servicio!. ¿por qué no promocionar a alguna de ellas hasta el diaconado permanente? ¿acaso no lo hubo en la comunidad primitiva?...... Ante estos argumentos, la respuesta del Arzobispo ha sido que no nos corresponde a nosotros cambiar una norma de la iglesia, y que no merece la pena ni discutir esa cuestión....

Vale, de acuerdo, no nos corresponde a nosotros cambiarlo... pero ¿discutirlo? ¿por qué no? de hecho, estoy seguro que si planteo a los grupos de mi parroquia el tema del diaconado permanete alguna de las mujeres va a decirme "¿te parece poco díáconas que somos nosostras?" y con toda la razón además... En fin, esto de que haya cuestiones "cerradas" es como poner vallas al campo, ¿no?, a estas alturas... y si no hablamos de ellos, ¿cómo van a cambiar las cosas?... ¿o es que no tienen que cambiar?, uf, me voy a la cama que ya desvarío.... ;-)