viernes, 23 de noviembre de 2012

La mula y el buey

Me preguntan los belenistas de la parroquia si tienen que seguir poniendo la burra y el buey en el portal...  Es increible la banalidad de los periódicos al tratar temas de Iglesia, estoy suscrito a un blog que da los titulares de prensa y en casi todos los periódicos la misma o parecida noticia: "el Papa dice que en el portal de Belén no hubo animales"...  Eso sí, ni una noticia sobre el sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, y alguna noticia en el interior de los periódicos recordando el aniversario del CVII, no para comentar el contenido de aquel concilio o su influencia, sino para decirnos que en la celebración Vaticana para celebrar ese aniversario estuvo la Vicepresidenta del Gobierno que lucía mantilla....
En fin, que verguenza y que dolor.   ¿Qué interés suscita la Iglesia en los medios de comunicación? ninguno, salvo el que da morbo.
A mis belenistas les he tenido que explicar que el Papa no dice que no hubo animales, sino que el Evangelio no dice nada al respecto, lo mismo que no habla de tres reyes magos, sino de unos sabios de Oriente...  comentario de una feligresa:  "mejor que se hubiera callado pues nos van a quitar la fe"
¡¡Socoooorrrrroooooooooooooooooooo!!

lunes, 19 de noviembre de 2012

¿Tuvo Jesucristo fe?

Ni más ni menos, esa pregunta me hizo un niño de primera comunión.   Me dejó sin habla,  le dije lo primero que me vino a la cabeza: que sí claro,  que Jesús tuvo confianza en su Padre Dios.   Lo comenté hoy con mis colegas,  la preguntita se las trae.  Porque enseguida aparece el dogma de la doble naturaleza en una persona.   Porque la cuestión es: ¿realmente Jesús sufrió la incertidumbre, las dudas que todo acto de fe conlleva?.  Su relación especial con el Padre ¿le dió certezas "metafísicas" que a los seres humanos no se nos da?...  Lo mejor es recurrir a San Pablo que en su himno a los Filipenses nos deja bien claro: "Tened los mismos sentimientos que Cristo, el cual, siendo de condición divina, se despojó de su rango, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos..."  Por eso quizá, más allá de los procesos psicológicos en la mente de Jesús, a los que no tenemos acceso, será mejor concluir que Jesús tuvo fe, como nosotros, con toda su carga de duda, esperanza, riesgo y entrega.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Difuntos

Me gusta pasear por el cementerio en este dia 2 de noviembre, ya no hay las aglomeraciones del dia de Todos los santos, además hoy acompañaba una luminosa mañana, con el sol caldeando mi cuerpo y reflejándose en las lápidas.  Me sorprende la cantidad de gente que reconozco en sus nichos y es que llevo ya 11 años en este pueblo y calculo que he enterrado a unas 380 personas que se dice pronto.   Me paro siempre delante de la lápida que recoge a cinco jóvenes que murieron carbonizados en un accidente de tráfico en los años 80,s y no pudiendo reconocerles los pusieron a los cinco en la misma tumba.  Siento todavía en mi corazón el eco que me viene del sufrimiento yla desolación de aquel día que supuso un cataclismo para mis ovejas...  Caras y nombres que van pasando a mi vista, algunos sonriendo desde la foto que eligió su familia para la lápida... Siento tristeza y nostalgia, recuerdo también a mis muertos...   Llego a la capilla donde celebro la eucaristía con unas 60 personas, y escuchamos las palabras de Jesús en el evangelio:  "yo soy el camino, la verdad y la vida":  invitándonos a creer en El, a no tener miedo, a renovar nuestra esperanza en sus promesas.  Y el corazón queda sosegado, la tristeza desaparece, aunque queda un poco de melancolía.   Y pienso que cualquier dia tendré que celebrar el funeral de mi madre... y  ya por edad, un día no muy lejano, mis restos descansarán en el cementerio de mi pueblo, ¿habrá alguien que me recuerde? ¿alguien que vaya a visitar mi tumba?....me doy cuenta que eso no me importa nada, porque lo único que me importa es estar ya con El y estar si El lo quiere, con El para siempre.  Jesús mi hermano, mi amigo, mi amor...

jueves, 1 de noviembre de 2012

Halloween

Con tristeza veía ayer a los niños de mi pueblo pasearse por las calles con ridículos disfraces de brujas y zombies, pidiendo por las cases caramelos.   Tristeza porque hemos adquirido esta costumbre foránea, que no tiene ninguna tradición entre nosotros, y por otro lado estamos perdiendo el sentido cristiano de la muerte.  ¿Quién les dirá a estos niños una palabra sobre la resurrección de los muertos que esperamos y que no tiene nada que ver con la resucitación de los muertos de las películas? ¿Quién les hablará hoy a estos niños que la felicidad no está en pasarlo bien, consumir y tener cosas, sino en hacer el bien a los demás?  ¿Quién les explicará hoy a estos niños lo que es morir, como dormir en las manos de Dios, esperando que El nos resucite, mientras nuestro cuerpo descansa en el cementerio (dormitorio)?
Veo a esas madres llevando a sus niños disfrazados de puerta en puerta,  pero no veo a esas madres con sus niños en el cementerio, porque piensan que los niños no tienen que sufrir y ver cosas desagradables,  y mucho menos en la Iglesia, porque en ella se aburren. 
Todos tenemos algo de culpa en que el mensaje cristiano deje paso a esta carnavalada del Halloween.  Luego nos extrañamos que muchos adolescentes y jóvenes no encuentren horizontes o ideales para su vida, o que entiendan la vida como el pasarlo lo mejor posible, con la frustración de comprobar demasiado tarde que la vida no funciona asi.