lunes, 30 de septiembre de 2013

Religión sin Dios, Fe sin compromiso: Internet

         Internet y las redes sociales en particular, se han convertido en el gran medio de comunicación, con el cual tenemos que contar, y desde luego también la Iglesia.  Cada día se ven más y más comunicaciones de cristianos y entidades eclesiales que se acercan a este mundo de la comunicación.  Aunque no siempre acertamos con el tono y la forma, es un signo de nuestro tiempo, y es necesario estar allí donde se está formando la opinión de nuestros contemporáneos como repetidamente nos lo está pidiendo el Magisterio.   Ahora bien, es difícil encontrar y discernir la verdad en toda una avalancha de mensajes que se cruzan cada día en este mundo de internet.   Al final parece que toda opinión es verdadera, olvidando que si bien las personas son respetables, a veces las opiniones no lo son tanto, y a menudo erróneas.  También la religión y la fe se ven afectadas por esta manera de interactuar en internet, valgan estos ejemplos:

1º Aquellas opiniones que hablan del cielo y de la vida eterna, pero sin nombrar a Dios como si eso fuera tabú, vergonzante o suelo resbaladizo...


según esto, el cielo está ahí para todos, sólo porque tu lo quieres y esperas, para tu consuelo, nada del juicio de Dios, ni el respeto por su decisión... un cielo en el que mi ser querido me aguarda y me espera...   en una palabra Religión sin Dios, Religión a la carta.


El segundo caso refleja muy bien la superstición y el sentimiento mágico que tan arraigado está en tantas personas.  Creen que la fe es eso: esperar que la diosa fortuna te toque con su meñique, o que el hada madrina te escoja, o que San Pancracio te resuelva el problema del paro... como si a San Pancracio por figurar en el muro de muchos usuarios del facebook te fuese a conceder lo que quieres...  en una palabra Fe sin compromiso, Fe sin adhesión a nada ni nadie, Fe como superstición.

       Esto es lo que puede observarse en Internet, lo que circula por las redes todos los dias, lo que inunda nuestros facebooks y twiters, opiniones y opiniones, pero quién está interesado en buscar la Verdad?...

Evangelio de hoy: Empequeñecerse...