Hay un modo en Windows llamado "modo Dios" que te permite el acceso a un sinfín de posibilidades escondidas del sistema operativo, consiguiendo un control total del mismo. Yo me he servido de él no pocas veces y me ha venido muy bien para solucionar problemas cotidianos de uso del ordenador... Hasta que un día, por una sobrecarga eléctrica en una tormenta, el ordenador se me quemó literalmente... Entonces no hubo forma de salvarlo ni en el "modo Dios" ni de ninguna otra manera. Todo esto me hizo pensar en las veces en que en nuestra vida cotidiana actuamos a "modo de Dios" creyéndonos inmortales, omnipotentes, exigiendo a los demás adoración y alabanza, pretendiendo que controlamos nuestras vidas. Hasta que una enfermedad o un accidente nos hacen comprender lo lejos que estamos de ser dioses y la precariedad de nuestra existencia. Lo cual, por otra parte, es un momento privilegiado para conocer la verdad de lo que somos, Y eso siempre es bueno.
No hay comentarios :
Publicar un comentario