lunes, 17 de febrero de 2020

Relatos de trinchera VIII: Arrecian los disparos


Esa frase del papa en la que nos invitaba a salir de las trincheras, no sé si era consciente, imagino que sí, de que las heridas iban a ser muchas...  Así ha sido esta semana pasada, en la que en dos ocasiones uno se percata que hay personas que tiran a matar, o al menos para herir.

1. Escenario la oficina de Correos, a las 11 am:  Voy a pedir unos sellos para enviar una carta con sobrepeso, y me encuentro conque hay una joven embalando un paquete enorme que casi ocupa el espacio para el cliente... yo me acerco al mostrador y me dice la oficinista en qué puede ayudarme.  Le digo lo del sobre, y la joven del paquete, como una fiera desbocada, se pone a gritar que ella está antes, que eso no puede ser, con gritos y aspavientos, que nos deja a todos los que estamos allí como si viésemos a la niña del exorcista.  Yo le digo:  calma, pasa tu antes, que ha sido la dependienta la que me ha preguntado lo qué quería.   Y la fiera continúa con sus gritos:  pues nooooo, es una verguenzaaaaaa, y ahora yo seré la malaaaaaa, total para lo que haces durante el día, bien puedes esperar!!!.  Aquí ya le salia espuma por la boca.  Yo le digo: oye qué sabes tú lo que yo hago o dejo de hacer?.... y ella:  ya, yo lo sé bien...   Opto por callar, dejar que acabe con su paquete y que se vaya.   Luego me dice la dependienta que todas las semanas le arma el follón ....

En fin:  Yo me voy a la iglesia a rezar un poco, con la comezón en la boca del estómago.  Y preguntándome por qué me ha dolido tanto que esta mujer considere que no hago nada?  Si, ya sé que nuestra labor es cada día menos significativa.  Que cualquiera te suelta y encima riéndose sobre el trabajo que hacemos "Total, media hora y con vino!... Me pregunto por qué el aprecio o desprecio de la gente es tan poderoso como para turbarme de esa manera.  Todo esto lo dejo caer en los brazos del Señor,  pensando en los desprecios que El sufrió que de momento no me consuelan nada...

2. Escenario, Puerta de la Iglesia, salida de misa a las 20:15h:  Estoy hablando con unas personas, una de ellas me dice que su nieto está metido en el fútbol y que todos los sábados y domingos tiene partido, que los padres se turnan para  llevarlos a todos los pueblos de la ribera donde juegan la liga, que tal y que cual, lo que disfrutan, etc.   Y le digo, sí ya lo sé, sí,  todo menos la misa que dicen que se aburren.   Y la señora me dice:  "pues venga, a ver si la haces mas atractiva."  Le digo:  "sí, sólo me falta montar un circo".... Y continúo diciéndole que cómo van a venir los niños a misa si sus padres no vienen...   Se lo digo así, para ver si coge la indirecta que apunta a que sus hijos no vienen a misa.  Pero ella no se da por aludida, y sigue pensando que el problema es que el cura no hace la misa divertida para los niños...

En fin, así que en una semana me han tratado de vago y de aburrido.  No sé que más puedo ser ya.  Intento tomármelo con humor, y decirle al Jefe de esta empresa (no el obispo sino Xto.)  que ya sabe que estoy disponible para el relevo o el traslado.... ;-)

jueves, 13 de febrero de 2020

Relatos de trinchera VII: Niebla en la sauna




En todos los sitios, en los lugares más insospechados hay ocasión para dejar caer una palabra de tu presencia Dios mío. 

Ayer en el Termolúdico.  Después del baño y antes de marchar, es mi costumbre pasarme por la sauna húmeda.  Casi siempre estoy solo y si alguna vez hay alguien no es difícil establecer conversación sobre nimiedades como qué caliente esta hoy, cuanto vapor sale, etc.  Yo prefiero estar solo y ahí entre la niebla de vapor, sudoroso, me rezo dos misterios del rosario que suelen ser como ocho minutos que es el tiempo máximo que aguanto el calor.  A veces le digo a la Virgen, ¡vaya manera de utilizarte, ahora como reloj!

Pues bien, el último día, para mi sorpresa, había en la sauna cinco personas: un joven de unos 35 años, dos hermanas mayores y un matrimonio también mayor.  Estaban discutiendo sobre enfermedades.  Al verme entrar, me dice el joven que me había visto en el funeral de Jesús, el padre de la Sra. Presidenta, con el cual había trabajado y que estaba impresionado por su muerte repentina a causa de un infarto. 

Una mujer comentaba que ella desearía esa manera de morir, sin sufrimiento.   La otra mujer decía que la pena era morir joven.  El caso es que todos temían a la muerte por una u otra causa... yo les escuchaba a gusto, hasta que el hombre mayor dice: "además, como nadie ha vuelto de allí para decirnos si hay algo..." . Entonces del hombre joven  dirigiéndose a mi dice: "bueno que responda este que es cura y sabrá algo de todo esto".  Los otros me miran con curiosidad, y yo les digo que no es verdad eso de que no haya vuelto nadie, que sí que volvió alguien de la muerte....  Una de las mujeres dice: "claro, Jesús" .   Y entonces oigo opiniones de todo tipo... que si es un invento de la iglesia, que eso no puede ser, que eso no es histórico...  Sólo la mujer que dijo lo de Jesús, reafirma su fe.   Total que el hombre mayor con su mujer, aparentemente con cierto disgusto se salen de la sauna diciendo que ellos no creen.  Todos se van yendo poco a poco... como si hablar de la Resurrección les hubiese puesto a todos en la necesidad de posicionarse y eso les incomodaba, poniendo fin a la discusión sobre la muerte.

Por mi parte, pensé que en las personas ya está Dios removiendo conciencias y que sólo necesitan una palabra para que se cuestionen invitándoles a decidirse y salir de esa  niebla en la que todos mas o menos andamos.  Como la niebla de la sauna.