sacerdote navarro en medio rural, deseoso de compartir la fe, experiencias y vida
sábado, 19 de abril de 2008
Nubes
Estos días de abril nos están dejando las lluvias tan deseadas y necesarias. Pero también con las tormentas y los chubascos, la naturaleza nos trae un espectáculo maravilloso: el desarrollo de las nubes en el cielo. Hacía mucho tiempo que no veía, día tras día, unos atardeceres tan magníficos. Ayer, al norte un cielo limpio de un azul intenso con una luna casi llena esplendorosa y al sur un desarrollo de cúmulos iluminados por detrás por el sol poniente... Hoy, un cielo añil poblado de nubes de todas las clase: cúmulos, nimbos, estratos... y en el horizonte algunas incendiadas de color púrpura por el sol. Y encima con los cascos oyendo las cuatro estaciones de Vivaldi, y el aire fresco en la cara.... ¿Se puede pedir más? ¡Qué sensación de plenitud y de comunión con la naturaleza!
Las nubes me gustan mucho, siempre miro al cielo buscandolas, me gusta fotografiarlas, me gusta ver como cambian de color, como crecen,se mueven y desparecen, me gusta imaginar los objetos que dibujan, y siempre elevan mi pensamiento a Dios. En mi ordenador las utilizo como salvapantallas, y en mis videoclips siempre las utilizo con cualquier tema.
El otro día leí que hay "cazadores de nubes", y que en Australia se da una "gran nube" de miles de kilómetros, que aparece de vez en cuando y congrega a centenares de persona para verla.
Etiquetas:
mis cosas
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Diario de un cura de pueblo
en
21:25
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1 comentario :
Efectivamente, hay cazadores de nubes, como los hay de tormentas. En mi agrupaci�n de astronom�a, no s�lo estamos los que amamos el cielo de noche, sino el cielo de d�a, con las nubes, entre los protagonistas principales.
Observarlas, clasificarlas, fotografiarlas, escuchar los truenos, medir el tiempo entre el rel�mpago y el sonido, el arco iris... el firmamento es un espect�culo.
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Alabado seas, mi Se�or,
por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.
Alabado seas, mi Se�or, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.
Francisco de As�s.
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