miércoles, 8 de enero de 2014

Una de las manifestaciones más amables y expresivas de la misión
mesiánica de Jesús fue la multiplicación de los panes.
Se compadece de la gente: andan como ovejas sin pastor. Jesús está cerca de
los que sufren, de los que buscan. No está alejado del pueblo, sino en medio
de él. Como nuevo Moisés, da de comer a los suyos en el desierto. Su amor
es concreto, comprensivo de la situación de cada uno. Da de comer y predica
el Reino, alivia los sufrimientos anímicos y los corporales. Y a la vez
evangeliza.

No hay comentarios :