Una plácida tarde del día de la Inmaculada, en casa madre, después del cansancio de las misas y la predicación de la mañana.... Una buena comida... alubias con calabaza y albóndigas, que hacía tiempo que no comía, y helado de chocolate, casi nada, ;-). Y después de una buena siesta y de leer el periódico... una buena película: The Sounds of Music, aquí llamada: Sonrisas y Lágrimas. ¿Cuántas veces he visto esta película? no podría decir, quizás decenas de veces. Siempre regreso a ella por la belleza de las canciones y de los paisajes... Rogers and Hammerstein y Salzburgo y los alpes austríacos... es como una medicina que procura relajación y gusto por las cosas hermosas de la vida. Además a mí, me lleva directamente a la infancia. Recuerdo especialmente aquella noche en que con mis padres fui al cine a ver esta película. Tenía unos 10 años y me impactó, recuerdo como si fuera ayer las sensaciones que me produjo... alegría, euforia, ternura... ahora mismo me parece mirar a mis padres con ojos como alucinados, mientras ellos me preguntaban si me había gustado la película... ¡ya lo creo que me había gustado! Creo que fue con esta película como empezé a amar el cine y en concreto el cine musical americano. En fin, una tarde perfecta... para dar gracias a Dios. Y para finalizar un video con una de las mejores canciones de la película: "Climb every mountain" cantada por un inmenso coro mormón...
sacerdote navarro en medio rural, deseoso de compartir la fe, experiencias y vida
sábado, 8 de diciembre de 2007
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