Ayer, los sacerdotes de la Ribera tuvimos un encuentro con nuestro Arzobispo. De entrada, me he propuesto no proyectar demasiadas espectativas sobre él, porque es necesario comprender sus limitaciones personales, curiales, arzobispales... tantas como las mias. Por eso quiero proyectar una mirada positiva intentando descubrir todo lo bueno que él nos puede traer. Y ayer nos hizo dos proposiciones que merecen alabanza:
1º que todas las iniciativas que él promueva las hará él en primer lugar, así ante la invitación a rezar, él va a intentar buscar una capilla en Pamplona que mantenga la adoración al Santísimo durante las 24 h. Y ante la invitación a usar el confesionario para escuchar en confesión a los fieles, él usa ya, durante alguna hora, un confesionario de la catedral.
2º quiere venir a estar con los curas de la Zona, al menos una vez al mes, lo cual es de mucho agradecer, porque se ha dado cuenta que la distancia con Pamplona desde Tudela, además de una distancia geográfica es también psicológica.
Y todo ello dicho con amabilidad y simpatía, con talante cercano. ¿Qué más se puede pedir? Puestos a pedir... creo que tenemos una asignatura pendiente todos: aprender a convivir en un estado laico, descubrir y respetar la independencia de lo terrenal y profano, aceptar los límites de nuestra influencia en la sociedad, dejar el tono beligerante con el gobierno y mostrar nuestras opiniones cristianas sin ofender al que no piensa como nosotros...
1 comentario :
La oración es una cosa y la adoración eucarística en sus diversos contexto es otra. Yo le recomendaría al Sr Arzobispo que fomentara la oración (cfr La oración del presbitero de Antonio Bravo) y si quiere fomentar la vivencia de la EUCARISTIA cetro de la vida cristiana que se busque formas de trabajarla, vivirla y hay muchas recomendaciones desde el último sinodo y cartas sobre la eucaristía (recuerdo que ha sido prioridad en el plan de la coferencia no hace mucho y creo que en los medios estos no entraba) y otra cosa es "la Adoración Eucarística", que recuerdo que el fin de la reserva eucarística (el fin primero y principal) es los enfermos y los que no pueden acudir a la eucaristía. Y sabiendo que la eucaristía es lo principal-central, "la adoración fuera de la santa Misa prolonga e intensifica lo acontecido en la misma celebración liturgica" (Benedcito XVI, Exhoratación Apostolica Sacramentum caritatis nº66). No por esos nos proponemos abrir una iglesia donde continuamente tengamos misas una detras de otra... sino para fijar su centralidad para la comunidad la recomendación es tener UNA. Y para la plegaria, adoración etc... ya se recomienda que todos los días las iglesias esten abiertas al menos un momento al día (se entiende fuera de la eucaristía -si hay-).
Mi recomendación, como curilla... es que se dediquen esfuerzos y personal a lo prioritario (y esto creo que no es). Sabe los problemas que tenemos para mantener unas horas abiertas las iglesias sin que nos roben, u hagan otras cosas que mejor no nombrar... Se puede poner un guarda jurado (cfr. catedral de Barcelona)... ¡no me mareen!
Pero, bueno, yo le animo al Sr. Arzobispo y a curas, religiosos, religiosas a que se ofrezcan para pasar un día entero (o noche, simplemnte) de voluntario en una casa de acogida de transeúntes haciendose buen pan para los pobres.
Señor que pueda ser buen pan, ser una persona comida. Amén.
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