viernes, 17 de octubre de 2008

Medios de Comunicación "de" la Iglesia


Es triste comprobar como la información que se nos da en los medios de comunicación está demasiadas veces, supeditada a la opinión política de los editores o a la publicidad de la que son deudores. Es triste ver en la TV esos tertulianos que parece que llevan inscrita en la frente su adscripción política hasta tal punto que les hace incapaces para opinar objetivamente y ver la verdad que a veces está en la posición contraria. Hasta tal punto es así que cada uno de nosotros necesitamos hacer un ejercicio de opinión buscando entre las distintas posiciones y "verdades" de la información, porque ya no podemos fiarnos de nadie.... Son las servidumbres de la democracia capitalista en la que vivimos, nos movemos y existimos...
Pero si todo esto es triste, lo de los medios de comunicación de la Iglesia es penoso: La Cope, Radio María, TV Popular, La Verdad... etc. etc. Medios que en principio deberían tener como fin el anuncio del Evangelio de Jesucristo, del Reino de la Verdad y de la Vida, medios que deberían hacer una información con criterios distintos a los marcados por la competitividad y el capitalismo... Pero más allá de las cuñas tipicamente religiosas de esos medios, ¿quién podria afirmar que su linea editorial y opiniones son evangélicas?, yo al menos tengo mis grandes dudas. Los unos identifican la opinión de la Iglesia con lo que dicen uno o dos (super) cardenales, los otros se alinean descaradamente con las posiciones de la derecha política haciendo acoso y derribo a la izquierda llegando hasta el insulto más descarnado, los de más acá seleccionan y censuran todo aquello que en la comunidad diocesana disienta con la linea oficialista del obispo, o la curia, o del director del medio de comunicación.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Aborto y Eutanasia


El gobierno ha prometido que próximamente revisará las leyes que actualmente regulan la interrupción del embarazo y la asistencia a los moribundos... Son dos temas que atañen directamente a nuestra concepción de la vida y en los cuales se evidencia nuestras diferencias entre creyentes y no creyentes. La cuestión es cómo llegar a un entendimiento... ¿tenemos que dejar a la comunidad científica que nos diga cuándo comienza o termina la vida? pero la comunidad científica está tambien divida. ¿Apelaremos a la razón o a la ley natural? Pero si desde la razón los no creyentes llegan a distintas conclusiones que las de los creyentes.... ¿tenemos que renunciar a comprendernos y dejar que al vaivén de las mayorías democráticas se regule un aspecto tan importante para la humanidad como son estos temas?
Como creyentes tenemos mucho que hacer: antes que nada que nuestros mensajes dejen siempre claro que respetamos la legalidad democrática, y evitar insultos y descalificaciones que repercuten en nuestra contra, incidir en la educación de las personas en todos los ámbitos donde los creyentes tenemos voz: familia, parroquia, escuela, universidad, medios de comunicación..., promover programas de asistencia para madres embarazadas, familias en apuros económicos y enfermos terminales... para que nuestro discurso sobre el aborto y la eutanasia sea apoyado por gestos eficaces. De todo eso se hace ya mucho y bien... pero no siempre es conocido.

Hay además un discurso en el que podemos incidir a mi humilde modo de entender, es el de la "duda razonable". Dado que la comunidad científica no se pone de acuerdo sobre el comienzo y el final de la vida, dado que desde la razón no se puede llegar a conclusiones convincentes para todos. Creo que los no creyentes estarían de acuerdo en aceptar que existen dudas razonables de que el aborto y la eutanasia activa son, cuando menos, problemáticos moralmente. Por eso ante la duda de provocar un mal mayor (un homicidio o suicidio), no sería mejor dejar de hacer un "bien" menor (mi bienestar)?...

jueves, 25 de septiembre de 2008

Rezando con el salmo 12 y el terrorismo



¿Hasta cuándo Señor, seguirás olvidándome? ¿Hasta cuándo Señor, va a triunfar mi enemigo?
• ¿Hasta cuando, hermanos de ETA, seguiréis hundiéndonos en la tristeza y el horror de vuestros crímenes? ¿Hasta cuando, vais a persistir en la sinrazón, en la locura, en la ceguera, en la maldad, sin daros cuenta de que la violencia engendra violencia y de que quien a hierro mata a hierro muere?
• ¿Cuándo os daréis cuenta, hermanos de ETA, que con la extorsión, la violencia y el asesinato no se construye nada, ni patrias, ni convivencias, ni ideales de ningún tipo? Porque nada, nada, vale una vida humana.
¿Hasta cuándo me esconderás tu rostro Señor? ¿Hasta cuándo he de estar preocupado, con el corazón apenado todo el día?
• ¿Hasta cuando, hermanos que, por colaboración o inacción, permitís que la violencia siga royendo como un cáncer toda la carne buena de esta sociedad?
• ¿Cuándo os daréis cuenta, hermanos nacionalistas, que no apoyáis la violencia, que vuestro ideario y reivindicaciones nacionalistas, son caldo de cultivo donde crece y se reproduce la serpiente de ETA? ¿Cuándo comprenderéis que no se os pide renunciar a vuestras ideas nacionalistas, sino que pospongáis vuestras reivindicaciones el tiempo necesario (una generación, dos generaciones, 25 años, 50….) para que pueda desaparecer la violencia que amenaza a los que no piensan como vosotros, aunque solo sea para que puedan reivindicar sus propias ideas sin la amenaza de recibir un tiro en la nuca? ¿Hasta cuando, hermanos no nacionalistas, seguiréis utilizando el terrorismo como arma política, importándoos más conseguir el poder que llegar a acuerdos para acabar con el terror?
Atiéndeme y respóndeme Señor, Dios mío, da luz a mis ojos… para que no me duerma en la muerte, que no diga mi enemigo “le he podido”, ni se alegre mi adversario de mi derrota.
• ¿Cuándo conseguiremos comprender Señor, que el perdón y la misericordia son la única vía para crecer como personas y convivir?
Porque confío en tu misericordia: alegra mi corazón con tu auxilio, te cantaré por el bien que me has hecho.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Funerales de Estado


Leo en el último número de Vida Nueva dos enfoques sobre los Funerales de Estado celebrados en Madrid por las víctimas del accidente aéreo de Barajas. En uno de esas opiniones, se queja amargamente el jefe de las iglesias evangélicas en España por que ese funeral se ha celebrado por el rito católico, sin tener en cuenta a las otras confesiones. A pesar de que la otra opinión dice que la Iglesia Católica no ha impedido que se convocasen otros funerales, y que la inmensa mayoría de españoles es católico... para mi tiene razón el hermano Protestante. Creo que la deseada separación entre Iglesia y Estado preconizada por el Vaticano II tiene que darse ya en hechos concretos y era una ocasión idónea este funeral para que la Iglesia Católica hiciese un gesto invitando a hacer un funeral plurireligioso invitando a todas las confesiones cristianas y no cristianas. Aunque para mí la mejor solución sería la de que el estado hubiese convocado a un acto civil de despedida y homenaje a las víctimas, con intervención voluntaria de las distintas confesiones, al estilo que se hizo en la Zona Cero después del 11-S. Sin que ello hubiese impedido que se hiciese un funeral católico pero sin presencia oficial.
Este es un tema que nos atañe muy de cerca tambien en los pueblos, con la presencia de las autoridades civiles en procesiones de Semana Santa o dias grandes del patrón. No se trataría de impedir que siguieran viniendo, pero desde luego ya si que seria momento de dejar de invitar a las autoridades civiles, dando pequeños pasos para que el que asista a los actos religiosos lo haga por convicción y no por tradición o representación de nadie...
¿Hay mayor anacronismo que la autoridad civil asistiendo a una eucaristía en la que muchos de ellos no participan ni creen?
A proposito de laicidad, ¡qué estupendo mensaje final del Congreso de Teólogos Juan XXIII!

¿Dónde estabas el 11-S?


Pasan los años y aquella fecha sigue marcando un antes y un después de la reciente historia mundial... pero también en lo personal creo que a todos nos marcó para siempre. A mí me tocó en pleno cambio de parroquia, de hecho ese dia fué mi primer dia en la nueva parroquia y mi primer servicio fue enterrar a una persona. Recuerdo nítidamente aquella sensación de incredulidad, sentimientos de estupor, de horror, conciencia de estar viviendo un acontecimiento que iba a marcar para siempre la historia. Era como ver una superproducción de hollywood en directo. Recuerdo que estaba comiendo con mi familia, y a eso de las 3:30 sentado en el sofá, mientras saboreaba un café, las imágenes por la TV de la torre norte herida por un costado... Todavía los medios de comunicación no hablaban de un atentado sino de un accidente... y de repente, el impacto sobre la otra torre, el derrumbe, las vistas impresionante de Nueva York (fotogénica hasta en el horror)...
Luego, en el funeral tuve que hablar del ataque terrorista y de que si los seres humanos no teniamos suficiente con sufrir los ataques del cáncer y otras enfermedades teníamos que hacernos esto los unos a los otros... Y después, una tristeza que se agarró al corazón durante muchos dias... y que se volvió a repetir el 11-M del 2004 en Madrid.
¿Hasta cuando Señor?

martes, 2 de septiembre de 2008

creer o no creer


G.R. es mi amigo desde hace algunos años, coincidimos casualmente por internet buscando ambos un documento en un foro... nos vemos pocas veces porque él vive en el extranjero pero con el tiempo y la ayuda de esta red de comunicación que es internet hemos llegado a crear y mantener una gran amistad. G.R. es tambien para mí un hombre al que admiro. Admiro su generosidad que le hace capaz de compartir su casa y su mesa con sus amigos todo el tiempo que sea necesario. Admiro su bondad natural que le lleva a estar implicado en una organización pro derechos humanos o a ayudar con su dinero a un refugiado iraní al que visita mensualmente. Admiro sus convicciones profundas y su estilo de vida prosaico, austero, en tantas cosas a contracorriente de lo que esta sociedad materialista y consumista nos impone, que no pone problemas a reciclar ropa o muebles que encuentra en la basura para uso propio, de su familia o de sus amigos. Admiro su militancia ecologista en gestos sencillos como por ejemplo usar sólo medios de transporte públicos o reutilizar la misma bolsa siempre que va a la compra... Pero lo más admirable y extraño para mi es que esta manera de ser no se sustenta sobre ninguna creencia religiosa. Aunque G.R. tiene origenes familiares católicos, es agnóstico. Su cosmovisión es totalmente inmanente. A veces hemos hablado de estos temas: el sentido de la vida, la muerte, el más allá... El me confiesa con absoluta naturalidad que el sentido de la vida es amar y hacer todo el bien posible a los demás, pero él no espera nada del más allá. Y esto me lo dice sin un ápice de amargura ni ansiedad, es más, sin ningun deseo de convencerme de ello.
Yo, al contrario, con ánimo de convencerle, siempre acabo hablándole de Jesucristo, haciéndole ver que mi creencia en el más allá y en Dios, es sobre todo un acto de confianza en la persona de Jesús en lo que hizo y dijo.
"Pero a fin de cuentas", me dice, "aunque no crea, ya cumplo con el evangelio, ¿no?"

Todo esto me resulta desconcertante, porque no puedo apelar a que la fe provoca una vida más ética, más entregada, porque cuando me comparo con él veo que en esos aspectos es mejor que yo. Es por otra parte, confirmar aquello que dijo Jesús: "no todo el que dice Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre"

La vida de mi amigo me hace preguntarme ¿por qué creo yo? ¿cómo se manifiesta eso en mi vida?... lo único que se me ocurre es la gratuidad de la fe y que en última instancia la fe es una cuestión de amistad con Alguien que "no sabes cómo" se ha hecho presente en la propia vida. Me doy cuenta que la misma gratuidad que encuentro en la amistad con G.R. la encuentro con Dios, es algo que no controlo, está ahí, se me da y sólo puedo acogerla con respeto asombrado y agradecido, procurando no perderla, gozando de ella cada instante... mientras se de....

lunes, 9 de junio de 2008

Fra Angélico


Viernes, 6 de junio, 17:30 h., París, Louvre.
Estoy de visita en el museo y me detengo ante el cuadro de Fra Angélico: la Coronación de la Virgen, estoy sorprendido por el colorido del cuadro... En esto se me acerca un hombre de mediana edad, y me pregunta si sería capaz de leer lo que pone en alguna orla dorada de los santos, porque él no alcanza a verlo... le digo que yo tampoco alcanzo a leerlo y con toda naturalidad entablamos conversación sobre la maravilla que estamos contemplando. Debìa de ser un hombre muy versado en arte porque me descubrió en unos pocos minutos los secretos que escondía el cuadro que estábamos mirando para los cuales yo estaba ciego. Primero me preguntó si era capaz de identificar a los personajes, luego me habló sobre la composición en perspectiva, de cómo los primeros personajes son por lo menos un tercio más grandes que los del segundo plano, salvo los personajes centrales: Jesús y María que mantienen un tamaño irreal para dar cuenta de su protagonismo. Me habló también de que los santos y ángeles están en amena conversación, porque la alegría se comunica... también de que a ninguno se le ve los pies porque todos están como ingrávidos... y las trompetas dirigidas a todos los puntos cardinales no son las del apocalipsis como yo le apunté sino las del concierto musical celeste que los ángeles están dando a los bienaventurados... etc. etc. toda una lección de arte y su significado en pocos minutos. Me quedé con ganas de continuar con él haciendo el recorrido del museo, pero no pudo ser porque iba con algunos feligreses.... pero fue un encuentro que me dejó el corazón agradecido hacia el desconocido.

martes, 27 de mayo de 2008

Tendencias


No voy a hablar de las nuevas tendencias de la moda adulta, tan profusamente expuestas en el desfile de la procesión del Corpus, con algunos padres y madres tan vistosamente vestidos a la última de El Corte Inglés, ni tampoco de los nuevos trajes de comandante general de la marina o de los nuevos vestidos de princesa disney que los sufridos niños se ven obligados a lucir, tampoco hablaré de las últimas maravillas tecnológicas en fotografía y video digital que se mostraban para congelar ese momento mágico en que la niña echa flores hacia no sabe donde... no hablo de eso... eso forma parte de la parafernalia kitsch (y me atrevería decir: pagana) que se ha montado alrededor de esta procesión. Lo que sí quiero hablar es de la tendencia que los cristianos, sí, los cristianos de todos los dias, domingos y fiestas de guardar, de todos esos que van a misa y que han decidido, poco a poco y año tras año, abandonar esa procesión y quedarse en sus casas... me temo que en cierta medida avergonzados ante el espectáculo que se muestra. Así se está llegando al momento en que el Santísimo es una mera excusa para sacar a los niños comulgantes de paseo y hacer esos teatrillos tan bonitos con campanillas, flores y banda de música. Digo bien, una excusa: porque ¿dónde está toda esa gente el resto del año cuando la comunidad se reune a celebrar la eucaristía? Si esta fiesta surgió para contestar a los que dudaban de la presencia real de Cristo en la Eucaristía, quizás ha llegado el momento de replantearla porque ahora el problema no es la duda, sino la indiferencia, y el peligro de banalización de todo lo sagrado... o dicho de otra manera ¿Cómo mantener esta procesión en un contexto de secularidad tan acusado? Sí ya lo sé... abnegación e identificación con Cristo pobre y humilde...

jueves, 15 de mayo de 2008

Transeúnte


Ayer, a la hora de misa, me encontré, en la puerta de la iglesia, a un hombre que estaba tumbado con síntomas de estar bastante bebido... Le pregunté qué hacía ahí, si le pasaba algo... él, creyendo que le echaba, me respondió que aquella casa era la casa de Dios y tenía derecho a estar ahí. Lo hizo con tal dulzura y con una cara de estar de vuelta de todo, que me conmovió. Le dí una pequeña limosna para que pudiese cenar, pero me quedé con esa sensación de impotencia y de no haberle atendido lo suficiente. Luego, durante la misa, le ví arrodillado en el último banco... pensé que quizás era una puesta en escena para que luego a la salida la gente sintiese un poco mas de piedad por él y asi conseguir algo más de dinero... pero no creo que fuese una pose, antes al contrario, una forma de estar ante Dios, de alguien que habiéndolo perdido todo, sólo conserva la fe.
Con la primavera comienza la procesión, y digo bien, procesión y no desfile, de los transeúntes que van y vienen de este a oeste y de norte a sur, como en una procesión de semana santa, en la que cada uno de ellos exhibe como eccehomos, el dolor de la vida, el abandono, la indiferencia, la enfermedad... Los hay exigentes, violentos, duros, huraños... y los hay tambien, amigables, dulces, humildes, que saben agradecer una simple palabra dirigida a ellos... Todos ellos nos interpelan, son los "pobres de Dios" porque a su pobreza material se une la pobreza de no querer o no tener fuerzas para salir de esa situación.
Hoy, leyendo el periódico, en una página central, dos fotos de un niño chino en una camilla al lado de su casa en ruinas, y una madre birmana con cinco o seis niños, al borde de campos anegados de agua, esperando una ayuda que nunca llega y con la amenza de nuevas y fuertes tormentas...
El dolor de nuestro mundo, cercano y lejano, está siempre ahí... También, gracias a Dios, la semilla de misercordia que Dios ha plantado en nuestros corazones.

viernes, 2 de mayo de 2008

lunes, 28 de abril de 2008

Crónica de un viaje a Lourdes


Cerca de 100 personas de parroquias de la Ribera, iniciamos el 25 de abril una peregrinación a Lourdes, con ocasión de la celebración del Jubileo del 150º aniversario de las apariciones. Para mí, era la quinta vez que visitaba esta ciudad, y reconozco que cada vez me gusta más ir allí, porque la fuente y el agua de la gruta son símbolo de algo mayor, de una fuente y agua espirituales que nos limpia y renueva por dentro dejándonos en el corazón un poso de alegría profunda. Creo que el Espirítu Santo anda muy cerca de aquella gruta de Massavielle. No sería de extrañar dado que allí se venera a Santa María y ya sabemos que el Espíritu y la Virgen forman una buena pareja…
Este domingo leíamos en la primera lectura el relato de la predicación de Felipe en Samaría: “de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría” Hch 8,8. Esto mismo podría decirse de Lourdes. Porque también allí se proclama la misericordia de Dios y se anuncia el Evangelio, también allí muchos se convierten y son curados de sus males. Y también allí se respira la alegría, esperanzada en los enfermos, contenida en los adultos, y espontánea en los miles de jóvenes y niños que allí se concentran.
Recuerdo que en alguna visita mia anterior, no pude desembarazarme de esa necesidad de racionalizarlo todo, de encontrar explicaciones racionales a las apariciones, siempre las dudas y el escándalo del comercio que el pueblo de Lourdes ha montado alrededor del Santuario. Con los años me voy dando cuenta que la mejor manera de entrar en el misterio de Lourdes es dejar los prejuicios, intentar mirar sin enjuiciar, y dejar que surjan desde el corazón los sentimientos para que, desde ellos, descubrir lo que allí se nos da. Y los sentimientos en Lourdes se dan con facilidad: es difícil no conmoverse ante la visión de tantos y tantos enfermos, de todas las edades, con todas las dolencias, cada uno con su historia personal de sufrimiento y de fe, hecha de grito y de silencio. Y los que les acompañan, familiares y voluntarios, a veces con más lágrimas en los ojos que los propios enfermos. Luego viene el sentimiento de universalidad, de sentirse pequeño en la comunidad cristiana de nuestro pueblo y reconociendo lo grande que es la Iglesia, que abarca tantas personas de todas las lenguas y razas, con las cuales coincides codo a codo rezando, bebiendo en las fuentes o haciendo cola para pasar debajo de la gruta. También está el cansancio, pero no es un cansancio que te derrumba, es un cansancio que sabes que es benéfico, fecundo, porque intuyes que todo tiene sentido… que es necesario. Y de todos estos sentimientos surge una fe renovada, una esperanza en que el mal y la enfermedad tienen remedio y un deseo de acoger en caridad el sufrimiento propio y ajeno.
La tarde de nuestro primer día de peregrinación lo dedicamos a hacer el recorrido que la organización ha diseñado para celebrar el Jubileo. Un recorrido que pasa por los sitios fundamentales de la vida de Santa Bernardette: la pila bautismal en la Iglesia del Sagrado Corazón, el Cachot (calabozo) donde vivió con su familia en el tiempo de las apariciones, el Santuario con la Gruta y el Convento donde la Santa estuvo acogida durante unos años después de las apariciones y donde fue madurando su vocación religiosa. Un recorrido quizás muy duro para las personas mayores, porque hay que subir no pocas cuestas, pero rico de contenido. Por la noche la procesión de las antorchas, miles de voces rezando el rosario en varios idiomas y cantando el Ave. Un momento de intensa emoción.
La mañana del día siguiente, muy temprano, después del desayuno hicimos el Vía crucis que transcurre en una pequeña montaña al lado de las basílicas. Un kilómetro y medio en medio de una vegetación exuberante, con los pirineos nevados al fondo y unas estatuas doradas de tamaño natural que van ilustrando las distintas estaciones. Para mi, como entorno, el mejor que he visto nunca. Luego la misa en la capilla de San Maximiliano Kolbe y después, deprisa a llenar las botellas de agua para traer a familiares y amigos. De vuelta al hotel para comer, aún un poco de tiempo para comprar algún recuerdo…
Un enigma nos surgió durante la visita: ¿por qué la respuesta que la Virgen le dio a Bernardette cuando le preguntó sobre su nombre estaba en castellano? Efectivamente, debajo de la imagen de la gruta figuran estas palabras: “Que soy, era, Inmaculada Concepción” Alguno nos dijo que la respuesta estaba en la jota que dice algo así: “que la virgen del Pilar ha dicho, que no quiere ser francesa, que quiere ser capitana de la tropa aragonesa”… nos reimos un poco con la ocurrencia pero la verdad nos la dieron en el stand de información: “la lengua que hablaban Bernardette y todos en esa región de Lourdes era el patois, un dialecto francés, que por lo visto tiene similitudes con el castellano”
El sábado 26 volvíamos por la noche cansados y agotados pero con la intención de volver alguna otra vez.

lunes, 21 de abril de 2008

San Anselmo de Canterbury


No se me ha ocurrido otra cosa mejor que en la misa de la tarde predicar a mis feligreses intentando explicarles el argumento ontológico de San Anselmo.
Desde luego creo que me he pasado siete pueblos, como vulgarmente se dice. Espero que esta noche duerman bien todas mis abuelas y que no piensen demasiado en el argumento... jejeje. Pero no he podido menos, porque he estado dándole vueltas todo el día y porque a pesar de lo que dijo Kant, no cabe duda que el argumento está forzando a la razón a que acepte su conclusión. Es fascinante.
Vaya tío debió ser este San Anselmo, nombrado obispo de Inglaterra por el monarca de turno el cual le quiso luego manejar a su antojo para conseguir sus fines. Pero Anselmo se negó y defendió siempre la libertad de la Iglesia. Todo un hombre y un gran santo.
¡Qué bien se está en la iglesia con esta gente!

sábado, 19 de abril de 2008

Nubes


Estos días de abril nos están dejando las lluvias tan deseadas y necesarias. Pero también con las tormentas y los chubascos, la naturaleza nos trae un espectáculo maravilloso: el desarrollo de las nubes en el cielo. Hacía mucho tiempo que no veía, día tras día, unos atardeceres tan magníficos. Ayer, al norte un cielo limpio de un azul intenso con una luna casi llena esplendorosa y al sur un desarrollo de cúmulos iluminados por detrás por el sol poniente... Hoy, un cielo añil poblado de nubes de todas las clase: cúmulos, nimbos, estratos... y en el horizonte algunas incendiadas de color púrpura por el sol. Y encima con los cascos oyendo las cuatro estaciones de Vivaldi, y el aire fresco en la cara.... ¿Se puede pedir más? ¡Qué sensación de plenitud y de comunión con la naturaleza!
Las nubes me gustan mucho, siempre miro al cielo buscandolas, me gusta fotografiarlas, me gusta ver como cambian de color, como crecen,se mueven y desparecen, me gusta imaginar los objetos que dibujan, y siempre elevan mi pensamiento a Dios. En mi ordenador las utilizo como salvapantallas, y en mis videoclips siempre las utilizo con cualquier tema.
El otro día leí que hay "cazadores de nubes", y que en Australia se da una "gran nube" de miles de kilómetros, que aparece de vez en cuando y congrega a centenares de persona para verla.

jueves, 17 de abril de 2008

Pascua

Alegría, esperanza renovada, fuerza de voluntad para confirmar la fe y las promesas del bautismo... son actitudes y sentimientos que tenemos en la Pascua, y no cabe duda que se dan, en momentos de oración, en la celebración de la eucaristía, en encuentros con creyentes como los catequistas... Pero ante todo, y para mí, esta Pascua está suponiendo la confirmación de mi amor a la Iglesia. Y de esta Iglesia real, la de todos los dias, la de las abuelas que vienen a misa, la de los niños y jovenes que apenas pueden entrever quién es Jesús de Nazaret entre la maraña del consumismo en que vivimos, la Iglesia de esas catequistas que se esfuerzan por dar lo mejor que saben la catequesis, la Iglesia de los misioneros y también la Iglesia de la jerarquía con la que a veces me cuesta admitir sus mensajes; mi Iglesia, mi querida Iglesia que camina en este mundo de Dios entre luces y sombras, esta Iglesia que como a mi madre, la amo cada día más, no por ser perfecta, ni por ser la mejor, sino porque como mi madre, me ha engendrado a esta vida de cristiano y me ha permitido conocer a Jesucristo. Quiero estar en esta Iglesia siempre y cuando me muera espero resucitar y estar junto con tantos santos y personas admirables que han pertenecido a ella durante los siglos, y junto a todos que formamos esta gran familia. Quiero vivir y morir en esta Iglesia. La amo, la critico, sí, e intento que esa crítica sea siempre constructiva, porque me duele cuando veo sus defectos, pero la amo. Y me duele cuando se habla de la Iglesia desde fuera, con desconocimiento, y con clichés y tópicos...
Gracias Dios mío, por haberme permitido vivir y servir en tu Iglesia. Este es el sentimiento mas profundo para mi durante esta Pascua: el agradecimiento.
Espero Señor, que me ayudes a que de este sentimiento surja en mi, un mejor y más humilde servicio sacerdotal.

miércoles, 26 de marzo de 2008

"Creo en la Resurrección de la Carne"


Esta Semana Santa la he pasado herido de lumbago y de gripe, jamás en mi vida me había sentido tan enfermo. Llevaba arrastrando el lumbago desde hacia dias, pensé que podria llevar adelante las celebraciones propias de la Semana Santa a base de calmantes, pero el lunes santo empecé con estornudos y con una gripe que se manifestó con todo su ruido, dolor y esplendor en pleno triduo sacro. Desmasiado tarde para buscar sustituto, tuve que hacer frente a las celebraciones y experimentar lo que supone estar lastrado por el cuerpo y cómo la enfermedad marca la vida por mucho esfuerzo e interés que pongas para que no se note. Porque mi preocupación era sobre todo no transmitir mi malestar a mis feligreses durante las celebraciones. El Viernes Santo fue relativamente sencillo hablar del sufrimiento, pero la Vigilia Pascual, habiendo pasado todo el sábado entre fiebres, toses, mocos y dolores, ¡cómo expresar con gestos la alegría de la Resurrección? Pero bueno, no quiero extenderme en mi enfermedad que despues de todo no es nada comparado con tantos enfermos de mi parroquia que ellos sí que lo están pasando mal. Pero sí, que todo esto me ha servido para reflexionar sobre ese artículo de nuestro credo: "creo en la resurrección de la carne". Quizás los Padres que lo formularon así querían contrarrestar la idea de que el alma es eterna y la resurrección es sólo algo espiritual. Porque la resurrección implica al ser humano entero, con su cuerpo que es, como decía Boff, el sacramento de la persona. La carne, esta misma carne que se deteriora, que sufre, que se rebela contra las exigencias del espíritu, y que se revela como el mejor anclaje en la realidad, frente a nuestras huidas espiritualistas.
Si, Señor, yo creo que mi carne, proclama tambien tu grandeza, desde su humildad y pobreza, desde su mortalidad, porque soy carne de tu carne, y tu carne herida y mancillada en la cruz, es tambien la carne que ahora, resucitada, vive para siempre y está junto a Dios.
¡FELIZ PASCUA A TODOS!

lunes, 17 de marzo de 2008

Firmamento


Noche clara y luminosa, en el zenith la luna cabalgando creciente sobre La Osa Mayor, seguida de Orión...¡qué espectáculo tan magnífico! qué mejor que las palabras del salmista (Sal 19) para expresar una visión así:
"Los cielos cuentan la gloria de Dios,la obra de sus manos anuncia el firmamento;
el día al día comunica el mensaje,y la noche a la noche trasmite la noticia.
No es un mensaje, no hay palabras, ni su voz se puede oír; mas por toda la tierra se adivinan los rasgos..."
El vivir en un pueblo, entre otras ventajas, tiene que a pocos minutos de la población, se puede contemplar el espectáculo maravilloso de una noche estrellada. Par mí, pocas cosas hay en la vida tan fascinantes y que procuren tanta admiración. También pocas cosas que puedan abrir tanto el corazón humano a la trascendencia como la contemplación del firmamento. A los chavales en la catequesis alguna vez les invito durante el año a que, sobre todo en primavera y verano, salgan un rato despues de cenar, a dar un paseo y admirar lo que la naturaleza nos ofrece, y que eleven su corazón a Dios dándole gracias por tantas maravillas.

jueves, 28 de febrero de 2008

Educación en la fe


Ayer vi a un padre que solía ver por misa con su hijo el año que éste estuvo preparándose para la primera comunión. Le pregunté que tal estaba y por qué había dejado de venir a misa. La respuesta clara y contundente: "porque el domingo por la mañana mi hijo lo dedica al deporte, y ante la elección entre deporte y misa, el chaval elige el deporte"... Ni una palabra de preocupación por parte del padre, ni de excusa... sólo la constatación de un hecho. Por supuesto no creo que el asunto esté en que el padre es superrespetuoso con las elecciones de su hijo, simplemente es que la misa no es algo que entre en su consideración. Me pregunto: ¿cómo es posible que después de asistir un año entero a la misa dominical con su hijo, mientras estaba preparándose para la primera comunión, no haya comprendido o apreciado mínimamente que la eucaristía es necesaria para la vida cristiana o simplemente para vivir?. ¿Tan mal presido yolas misas?, ¿para qué tanto esfuerzo por preparar una homilía que puedan comprender los niños, acompañada de medios audiovisuales, participación a través de cantos y oraciones adaptados a ellos....? ¿Es que esta gente no necesita escuchar cada semana que no todo en la vida es tener cosas, aparentar, medrar a costa de los demás... escuchar que es posible otra manera de vivir basada en el perdón y la misericordia?
¿Es que estos niños no son capaces de descubrir el gran tesoro que significa tener a Jesús como amigo y celebrarlo cada semana juntos en la misa? Tantas y tantas cosas que no comprendo...
Antes de ser cura, trabajé en una empresa en la que teníamos que conseguir clientes a toda costa.... si me juzgasen por los que hago como sacerdote, quizás me hubieran echado de la profesión hace tiempo ;-). Pero no quiero ser duro conmigo mismo, por que sé en quien he puesto mi confianza, y porque sé tambien que lo mío es sembrar y otros u Otro recogerán a su tiempo, a su hora... Pero sí es verdad que a veces pienso que mi vida de cura en el pueblo y en general de todos nosotros que trabajamos en los pueblos, es más de tipo testimonial, contracultural, a contracorriente... cada día somos "más raros" para la gente, más incomprendidos, más "inútiles"... pero pienso por otra parte ¡qué sería de este pueblo si una semana no se proclamase la Palabra de Dios! aunque no la escuche nadie... sé Señor, que esa Palabra no vuelve a Ti de vacío.

viernes, 15 de febrero de 2008

Ancianos


Hace dos dias vi en la TV un pequeño reportaje en el que salían algunos ancianos en Madrid, a las puertas de los supermercados y de los restaurantes, esperando la basura para recoger restos comibles... Me pareció una de las escenas más tristes que he visto en los últimos meses. Inevitablemente me hizo recordar esos basureros de las afueras de las ciudades del tercer mundo, llenos de chiquillos buscando alimentos, plástico, latas... pero los ancianos de aquí es peor, con el agravante de su edad y de estar conviviendo en este mundo opulento...

Ahora que estamos en campaña electoral, cuando se oyen tantas proposiciones, con un tufillo de irrealidad, cuando se alaba la economía con los índices de PIB, IPC... debería marcarse un índice de bienestar social que se basase en la vida digna de nuestros jubilados y viudas. Sé por familiares y conocidos las dificultades que tienen para llegar a final de mes. Con pensiones que apenas rondan los 600€, con los cuales hay que hacer frente no sólo a la supervivencia de cada dia sino a tantos gastos imprevistos como surgen en la casa, en la salud... Sí, un índice de bienestar para los jubilados que juzgaría con mucha mayor exactitud el bienestar de un país. De qué sirve saber que la media de la pensión está en 750 € si hay 1000 que cobran 3000@ y 100.000 que sólo cobran 500@, o que las pensiones han subido un 0,5% por encima del IPC, si la pensión seguía siendo insuficiente. O de qué sirve saber que el PIB nos coloca en el 6º 7º u 8º puesto de los paises más ricos, si nuestra población más necesitada de ayuda, vive con tanta estrechez.

Son necesarias políticas eficaces que hagan una verdadera distribución de la riqueza atendiendo a los sectores de la población más necesitados... eso sí que sería un buen motivo para votar a un partido.

lunes, 11 de febrero de 2008

Diáconos-Diaconisas


Hoy hemos tenido consejo del presbiterio. Tema principal a tratar: La Confirmación. Uf, que yo recuerde, en mis 15 años de cura, lo habremos tratado como unas tropecientas veces... y ahí estamos, dándole vueltas y vueltas, como una mayonesa que siempre se nos corta. Porque quizás no nos damos cuenta ni asumimos cuánto han cambiado las cosas desde que las iglesias se nos llenaban y teníamos a los adolescentes cogidos del pescuezo (es un decir, claro)... Pero bueno, tambien vamos viendo algo de luz... y creo que todos tomamos conciencia de que el problema es más amplio y corresponde a la cuestión de cómo se transmite hoy la fe.
Pero dejando a parte este tema, tambien hemos hablado sobre el diaconado permanente y la necesidad de incluir esta figura en nuestras proposiciones vocacionales... Yo, con toda mi inocencia (glup!) he intervenido diciendo que podíamos hacer diáconos a alguna de esas mujeres que están llevando los servicios de diaconía en nuestras parroquias: cáritas, visita de enfermos, catequesis, limpieza.... ¡qué sería de nosotros sin ese servicio!. ¿por qué no promocionar a alguna de ellas hasta el diaconado permanente? ¿acaso no lo hubo en la comunidad primitiva?...... Ante estos argumentos, la respuesta del Arzobispo ha sido que no nos corresponde a nosotros cambiar una norma de la iglesia, y que no merece la pena ni discutir esa cuestión....

Vale, de acuerdo, no nos corresponde a nosotros cambiarlo... pero ¿discutirlo? ¿por qué no? de hecho, estoy seguro que si planteo a los grupos de mi parroquia el tema del diaconado permanete alguna de las mujeres va a decirme "¿te parece poco díáconas que somos nosostras?" y con toda la razón además... En fin, esto de que haya cuestiones "cerradas" es como poner vallas al campo, ¿no?, a estas alturas... y si no hablamos de ellos, ¿cómo van a cambiar las cosas?... ¿o es que no tienen que cambiar?, uf, me voy a la cama que ya desvarío.... ;-)

martes, 29 de enero de 2008

Cigüeñas


Al fin, después de un año de papeleos, el departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra nos ha permitido retirar el nido de cigüeñas de la torre de la Iglesia. La verdad es que estaban ocasionando graves desperfectos en el tejado de la Iglesia, además del peligro para los viandantes pues con sus patas estaban tirando tejas. Hoy hemos procedido a retirar el nido y arreglar el tejado, poniendo un sistema para evitar que vuelvan a anidar ahí, esperando que funcione y que nos veamos libres de ellas. Es estupendo el control que ejerce el Departamento de Medio Ambiente, nos han enviado a un técnico para vigilar que no hacíamos daño a las cigüeñas y para mirar si había algún huevo y recogerlo, pues estos animales están considerados como especie protegida.
Pero inevitablemente mientras estaba mirando cómo hacían este trabajo, pensaba en si los seres humanos ejercemos la misma protección sobre nosotros mismos, y recordaba especialmente a los abortos. A esos "seres humanos" (perdón por las comillas) que son privados de la vida en el seno de sus madres. ¿Ya vigilamos suficientemente que se cumpla la ley actual sobre el aborto? los casos de Barcelona nos hacen temer lo peor... y si somos capaces de desplegar tanta burocracia y cuidado para proteger a las cigüeñas y sus huevos, ¿los seres humanos no nos merecemos otro tanto?. Es fácil hacer demagogia con este tema tan polémico, pero creo que hasta la más furibunda feminista no podrá dejar de tener alguna duda de que realmente el aborto pueda ser un asesinato encubierto. Por eso, ante la duda, ¿no merece la pena que hagamos todo lo posible para evitarlo? no hablo ya de convicciones políticas, éticas y religiosas, sino de la prudencia ante algo tan importante como es la vida. De aplicar el sentido común y buscar todas las soluciones posibles para evitar el aborto.
Creo que necesitamos hablar de esto, volver a abrir espacios públicos y mediáticos para informarnos de las distintas posturas, sin insultos, sin amenazas, intentando comprender, ofreciendo soluciones efectivas... Personalmente me horroriza que en España se estén practicando 100.000 abortos anuales con lo que eso pueda significar...

4º Domingo Tiempo Ordinario Ciclo A, 3-02-2008

Mi Homilía

Mi Videoclip

martes, 22 de enero de 2008

Comunión 2

Me preocupa mucho cómo algunas personas se pueden estar viendo heridas en sus convicciones por las últimas polémicas y declaraciones de la Iglesia. Me refiero en concreto a esas personas que por circunstancias de la vida, no consiguen estar o vivir en "plena comunión" con la Iglesia: divorciados vueltos a casar, mujeres que han abortado, parejas y matrimonios homosexuales, padres que han pedido la intervención terapéutica con células madre para salvar la vida de algún hijo... me preocupa que a ellos, y a personas que no viviendo esa situación no la consideran pecado, les llegue solamente mensajes de exclusión y de condena por parte de la Iglesia. Y me pregunto si no se puede mantener el ideal de lo que en la Iglesia consideramos familia o simplemente vida cristiana, sin tener que condenar o excluir a los que no llegan a ese nivel.

En cierta reunión con un obispo, nos planteó que los homosexuales tienen una deficiencia pscológica, en definitiva que son enfermos. Más allá de que la OMS haya descartado que la homosexualidad sea una enfermedad, me pregunto quienes sómos nosotros para calificarles así y menos para excluirles. A aquel Obispo le dije: "Oiga Sr. y ¿Vd. ya puede asegurar que no tiene una deficiencia psicológica de otra índole?" porque quién de nosotros está libre de tener obsesiones, neuras, y trastornos como el autoritarismo, la obsesión del poder, orgullo, soberbia...
o es que la "deficiencia psicológica sexual" (supuesto que la homosexual lo sea) es mayor que la "deficiencia psicológica anímica"?

¿Cómo pues, mantener nuestro discurso ético sin que nadie se sienta excluido y condenado? ¿Cómo dejar claro que las actitudes pueden ser más o menos buenas para el hombre pero que la persona siempre es acogida y querida por Dios?

A aquél mismo Obispo y en aquella reunión, le dije que en mi opinión deberíamos intentar que en nuestros discursos se dejase traslucir siempre la misericordia y que de cada 10 veces al menos 9 fuesen siempre de bendición, acogida y perdón.... Al estilo de Jesús, ¡vamos!

viernes, 18 de enero de 2008

Confirmación



Acabo de subir de estar con las catequistas y los chavales de la confirmación. A instancias de ellas, he pedido a los confirmandos un poco más de seriedad y participación. Recordándoles el compromiso que adquirimos todos al comienzo del curso: asistencia, puntualidad y participación en las catequesis y asistencia a las eucaristías dominicales.

Llevo ya casi 15 años de cura, y la catequesis de confirmación ha estado ahí siempre como un reto para mi y, por lo que conozco, para todos mis colegas. Ahí están las preguntas de siempre: ¿por qué piden el sacramento unos chavales que no manifiestan ningún interés por ser cristianos? ¿por qué sus padres y las comunidades cristianas consentimos esta situación? ¿por qué año tras año constatamos la ineficacia de estas catequesis y no hacemos nada para remediarlo?... Año tras año, en casi todas reuniones de curas sale este problema y año tras año revisamos, discutimos, proponemos nuevos métodos.... pero la cosa sigue igual.
Por terminar con una sonrisa recuerdo el chiste que un amigo cura contaba a menudo:
"Resulta que cierto cura de un pueblo tenía problemas con unas palomas que le entraban por unos huecos del techo de la iglesia, y otro sacerdote viendo la preocupación que tenía le propuso una solución diciéndole: mira, tú llama al Obispo para que venga a confirmarlas y verás como ya no aparecen tus palomas por la iglesia" ;-
Bueno, no sé si el chiste es exactamente así, pero se comprende la gracia, ¿no? jejeje

martes, 15 de enero de 2008

II Domingo Tiempo Ordinario, ciclo A 20--01-2008

Mi homilía

Mi videoclip

Donantes de sangre


Ayer estuve donando sangre, es de las cosas de mi vida que más orgulloso estoy. Un gesto sencillo y tan importante para la vida de los demás, un gesto tan profundamente cristiano ... Me gusta sentarme en ese autobús, rodeado por gente que está haciendo lo mismo, gente que en varios casos no veo nunca por la iglesia, y que me hace constatar aquello de que "El Espíritu sopla donde quiere", asistidos por un personal de enfermeria muy amable, preocupados de que todo vaya bien.
Ayer mientras estaba tumbado viendo como salía la sangre de mi vena, pensaba en esa o esas personas que la recibirán: un accidentado, una parturienta, un enfermo en fase terminal.... y pedía a Dios que mi humilde gesto, El lo multiplique en bendiciones y salud para ellos.

viernes, 11 de enero de 2008

Comunión 1


Se habla mucho estos días, en los medios de comunicación y también en las casas y en reuniones de gente, sobre la “pelea” entre la Iglesia y el gobierno a raíz de la manifestación de Madrid, propiciada por algunos obispos, en defensa de la familia.
He escuchado (y leído en blogs y periódicos) manifestaciones de cristianos que no se identifican con esa manifestación a favor de la familia, ni con la opinión del magisterio sobre las relaciones sexuales prematrimoniales, el matrimonio homosexual, el divorcio express o la investigación terapéutica con las células madre. También he escuchado y leído comentarios del otro signo, viniendo a decir que el que no está con lo que dice la jerarquía no está en comunión con la Iglesia… etc. Para colmo, el gobierno en sus comentarios defendiendo su actuación en la presente legislatura, incide en esa división que existe en el seno de la Iglesia… Por eso me pregunto: ¿existe realmente esa división en el seno de la Iglesia? ¿los que no comulgan con esos principios éticos del magisterio antes expuestos, están realmente fuera de la Iglesia? ¿no está la conciencia por encima de todo? ¿cómo permanecer en la Iglesia si en conciencia uno piensa por ejemplo que las relaciones homosexuales no son pecado?... ¿La comunión con el magisterio es el principio sobre el que evaluar la comunión eclesial? ¿Es que no se podría mantener la comunión con los principios básicos del evangelio recogidos en las bienaventuranzas y en el Credo y dejar el resto a la conciencia personal, eso si, asumiendo que lo dicho por el magisterio tiene una importancia capital para la formación de la conciencias?

Para aprender más:

sábado, 5 de enero de 2008

La Navidad no me gusta


¡Menos mal que ya se acaba la Navidad!
La Navidad no me gusta por toda esa parafernalia de publicidad y consumismo con que se nos torpedea desde todos los medios de comunicación. Y aquí si que tendriamos que decir que el paganismo nos ha ganado la partida como en tantas otras ocasiones. Comprar, gastar, consumir, disfrutar, comer y comer y comer más aún, trasnochar, beber, jugar.... ¿Dónde queda un poco de tiempo para verbos como reflexionar, solidarizarse, descansar, tranquilizar, pacificar, alegrar, participar, escuchar, mirar, sentir, convivir...

La Navidad no me gusta por toda esa sensibleria y sentimentalismo barato que se destila como un narcótico que nos adormece... la nostalgia de la infancia, el recuerdo de otras navidades que sólo en la memoria son siempre mejores, la necesidad de expresar sentimientos amistosos mediante felicitaciones casi siempre vacías, los deseos del nuevo año que nunca se realizan, la profusión de belenes que a menudo infantilizan el mensaje cristiano...

La Navidad no me gusta pastoralmente hablando, porque parece como si la vida parroquial se detuviese... los niños y adolescentes no tienen catequesis, y creen que las vacaciones del colegio se extienden tambien a su participación y asistencia a la eucaristia, los grupos de catequesis de mayores y de cáritas, tambien participan de este estado vacacional...

¿Cómo vivir la Navidad con autenticidad cristiana en esta sociedad en la que vivimos?
¿Retirándose a un monasterio? ¿tirando la TV por la ventana? ¿dando la Visa a un amigo con el juramento de que durante un mes la guarde en un sitio desconocido?...

No, la navidad no me gusta...